El texto trata de aclarar el verdadero alcance de la crítica de Hegel a la “infinitud mala”, al tiempo que propone una actualización de esa crítica desde el punto de vista de una lectura “abierta” de la filosofía hegeliana. Si la infinitud mala no es auténtica infinitud, su crítica superficial podría implicar una “infinitud pésima”, ajena a las intenciones más propias de Hegel. En realidad, una filosofía del surgimiento, situada en los presupuestos más radicales del discurso lógico-racional, posibilita esbozar, no una infinitud mala, ni pésima, sino una verdadera y óptima infinitud. Es un camino que nos lleva, con Hegel, más allá de Hegel. Antonio González, " La infinitud óptima", Devenires 48 (2023) 71-102 .